Japón y China: competencia regional y sus ambiciones en el mundo

 

 1  JAPÓN-CHINA, TRAYECTORIAS ECONÓMICAS OPUESTAS

A  Japón,  entre crisis y renovación

  • El desarrollo económico japonés comenzó durante la era Meijí y se aceleró después de la Segunda Guerra mundial. De 1965 al fin de los años 80, Japón conoció una fase de Alto crecimiento estimulado por el Estado que orienta mediante del MITI las estrategias de las grandes firmas industriales (Keiretsu) y comerciales (sogoshosha).  A esto se unen las altas tasas de ahorro, que favorecen la inversión, y la prioridad concedida a la educación y a las tecnologías.
  • Los años 90 marcan un fuerte ralentización económica y sobre todo una puesta en tela de juicio el modelo japonés fundamentado sobre el empleo de por vida y el compromiso social.  La precariedad y el paro, en un contexto de crisis demográfica comenzaron a parecer. Emerge, durante este decenio,  la idea, muy discutida, del declive de Japón, lo que se ha visto reforzado para algunos por la gestión de la catástrofe de Fukushima, en 2011.
  • Japón conserva, sin embargo, una base industrial muy competitiva y fuertemente automatizada. El mantenimiento de importantes inversiones públicas y privadas en el campo de la investigación y desarrollo (IdE) permite una mejora constante en la gama de los productos y una fuerte especialización del país en las tecnologías de punta como la robótica. A escala mundial, Japón sigue siendo una gran potencia comercial y financiera.
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  "Haciendo futuro con los robots"
El IREX es el primer salón internacional de la robótica aplicada a la indusria, a la seguridad, a la medicina y a la vida cotidiana.
Japón domina la investigación y la utilización de la robótica: 295 robot industriales por 10 000 trabajadores de la indsutria en 2009, por delante de Singapur, Corea del Sur y Alemania (de 160 a 170 robots)

 

B China, ¿después del “taller del mundo”?

  • China conoce un destacable desarrollo económico y social desde más de tres decenios. Ha fundado su triunfo sobre una producción de coste, gracias a las exoneraciones fiscales y a la presencia de una mano de obra numerosa y barata. Se ha convertido desde los años 80 en una plataforma de producción manufacturera que abastece una buena parte del consumo mundial.
  • La crisis económica mundial de 2008 ha subrayado la dependencia del país respecto al mercado mundial y los límites de un modelo que privilegia la atracción de IDE y el desarrollo de las exportaciones. En el futuro, China quiere sobrepasar este estadio de país taller y convertirse en una potencia industrial dotada de firmas innovadoras y capaces de invertir en el extranjero.
 
 China, ¿del taller al laboratorio del mundo?

La abundancia de proyectos de centros de I+D y el crecimiento exponencial de las patentes chinas son criterios cuantitativos. Pero ¿y la calidad de las innovaciones chinas? Es aquí donde está el quid de la cuestión.

Según la oficina china de la propiedad intelectual, el 46 % de las invenciones chinas están desfasadas a los cinco años. Ninguna empresa china figura entre el “top 100 global innovators”, creado por Thomson Reuters. Este palmarés de las empresas más innovadoras no tiene en cuenta tan sólo los volúmenes, sino también la tasa de éxito de los registros de patentes, del alcance internacional de la cartera de patentes, y de su influencia. Criterios que no satisfacen las empresas chinas, incluso las de punta, como Lenovo o Huawei.

Una laguna de la que son conscientes las autoridades china, por otra parte deseosas de hacer de la innovación el motor de la economía china. El XII plan quinquenal, lanzado el último año, dedica  el esfuerzo a las industrias innovadoras. Pero, ¿la voluntad política bastará para hacer de China el líder mundial de la innovación? 

 

S. Creusillet, “Chine, ¿del taller al laboratorio del mundo?”, Le Moniteur du commerce international, el 20 de enero de 2012

 
  • La redefinición del modelo de desarrollo chino pasa por la estimulación de la demanda interior y, como en el Japón, por una mejora en gama de la producción, sostenida por inversiones más importantes en IdE. Debe igualmente vigilar a la reducción de las desigualdades socio-espaciales y tomar en serio el espinoso asunto del desarrollo sostenible.

C Japón- China, entre interdependencia económica y competencia.

 
  • Hoy en día las economías de los dos países son interdependientes. Seguro de su ventaja tecnológica,  Japón exporta hacia China bienes intermedio (componentes electrónicos…) y de equipo (máquinas herramientas…). Importa productos de menor valor añadido (textiles, electrónica de consumo), muy frecuentemente fabricados por empresas y capitales japoneses que se han instalado en China por el bajo costo de la mano de obra. Así se explica los fuertes crecimientos del comercio bilateral y de las inversiones japoneses en China desde el comienzo de los años 2000.
  Stocks japoneses en China Stocks chinos en Japón
 2000       8 700     85
2001 10 050 75
2002 12 410 80
2003 15 300 90
2004 20 210 90
2005 24 700 100
2006 30 320 100
2007 37 800 125
2008 49 000 225
2019 55 050 200
2010 66 500 400

 Los stocks de las inversiones entre China y Japón (en millones de dólares).

  •  Los dos países son competidores, sobre todo, por el acceso a las materias primas, aunque la mejora tecnológica de los productos chinos deja prever una competencia tecnológicasobre los mercados de los países desarrollados y sobre su mercado respectivo. El reciente crecimiento de las inversiones chinas en Japón suscita temores y debates. Esta eventualidad explica también la lentitud de las discusiones chino-japonesas para un acuerdo de libre-cambio, mientras que los dos países han firmado ya numerosos con otros países asiáticos.

 El gran miedo de Tokyo a la invasión china

“Cada vez más grupos japoneses en dificultades son controlados por empresas chinas que quieren adquirir tecnología, experiencia o componentes que no dominan. Su primer objetivo no es extenderse sobre el mercado japonés, sino de mejorar para ser más fuertes en el mercado chino”, resume Koji Sako, economista en el Mizuho Research Institute.

Las empresas chinas habrían tomado el control de treinta y siete sociedades japonesas en 2009 y habrían, por primera vez, concluido más inversiones que los grupos americanos que durante mucho tiempo han sido los más activos en el archipiélago. Si debe, a largo plazo, permitir a numerosos grupos japoneses sobrevivir, esta reciente ola de adquisiciones chinas ha alimentado en la opinión pública japonesa unos sentimientos nada alegres. Y numerosos medios no han dudado a poner en guardia al país contra “una invasión de dinero chino”.

Sin embargo, “este dinero chino es un maná, para la economía japonesa, que sufre del estancamiento de la demanda y de la deflación”, responde Koji Sako, convencido que la opinión pública nipona aprenderá, con el tiempo, a digerir mejor estos movimientos. “Veinte mil empresas japonesas trabajan  hoy en China, Han comprendido que el ascenso y pujanza de los actores chinos es inevitable”, asegura el experto. El dinero chino va a continuar afluyendo.

 

Y. Rousseau, “En Tokyo, le grand peur de “l’invasion chinoise”, Les Échos. 8 de marzo de 2011.

 

 

 2     Japón-China, dos Estados rivales.

 

A  El peso de la historia

  • Las relaciones entre Japón y China son complicadas por la interpretación opuesta de algunos hechos del pasado. La primera guerra chino-japonesa de 1894-95, la anexión de Manchuria  por el ejército imperial japonés en 1931, y luego la invasión de China en 1937, que estuvo marcada por la masacre de la  población civil china en Nankín, han dejado graves secuelas.
  • China pide regularmente  excusas que Japón dio por escrito en 1972 (con la normalización diplomática entre los dos países) y que ha reiterado en diversas ocasiones, ampliándolas al conjunto de Asia (en 1995 y 2005).
  • Sin embargo, China duda todavía de la sinceridad japonesa debido a las visitas regulares al santuario de Yasukumi, realizadas en los últimos tiempos por los primeros ministros japoneses. A esto se une a veces la publicación de manuales escolares juzgados muy complacientes hacia  la agresión japonesa contra china.
10  Heridas mal cerradas (viñeta de Stephff, Courrier International, 12 de bril de 2005).
 En 2005, la aparición de un nuevo manual de historia en Japón, minimizando, según China, las exacciones japonesas durante la Segunda Guerra mundial, desencadenó violentas protestas en China.
 

B El mar de China oriental, un mar disputado

  • Los dos países están en desacuerdo en los que respecta a la delimitación de su ZEE (Zona Económica Exclusiva) respectiva en este mar. Japón propugna el principio de la línea mediana, mientras que China reivindica la totalidad de la plataforma continental. Este litigio marítimo se complica por la reivindicación de soberanía de las islas Senkaku (en japonés) o Diaoyu (en chino). Administrado por Japón, el archipiélago es reivindicado por China que considera que Japón  lo anexionó al mismo tiempo que Taiwan en el tratado de Shimonoseki (17 de abril de 1895). China estima que este archipiélago le debería haber sido devuelto después de la Segunda Guerra mundial.
Manifestation anti-japonaise en Chine le 18 septembre 2012 pour exiger du Japon la restitution des îles Diaoyu/Senkaku, revendiquées par Pékin
 7  Manifestaciones antijaponesas en China.
El apresamiento, el 7 de agosto de 2010, cerca de las islas de Diaoyou (Senkaku para los japoneses), del capitán de un barco de pesca chino y de su tripulación por los guardacostas japoneses ha provocado manifestaciones nacionalistas en China y Japón. 
 
  • A estas cuestiones de soberanía territorial se suman los desafíos económicos, que no constituyen, sin embargo, factores determinantes. Los dos países se han entendido en la segunda mitad de los años 90 para establecer una zona de pesca común. No se han opuesto a una cooperación en la explotación de algunos yacimientos de hidrocarburos offshore, a pesar de las tensiones recientes, como lo testimonia la firma, en 2008, de un acuerdo en este dominio.

C Una rivalidad en Asia

  • La permanencia de estos diferendos subraya la oposición de dos nacionalismos fuertes y es la expresión de una rivalidad por la convertirse en la potencia dominante. A pesar de la clara profundización de las relaciones económicas, el ascenso de una China nacionalista y con un  fuerte poder autoritario, hacen temer a Japón la “amenaza china” y favorece un estrechamiento de su alianza con los Estados Unidos. Por su parte, para debilitar la influencia japonesa las autoridades china se sirven de sentimientos anti-japoneses, muy enraizados en la sociedad y que se expresan con virulencia con ocasiones de las visitas japonesas a Yasukuni o en momentos de tensión alrededor de las isla Senkakku/Diaoyu.
 6  Okinotorishima, un atolón estratégico
En mayo de 2005,el gobernador de Tokio visita, a 1 740 km, el punto más al sur del Japón, un atolón estratégico en el Pacífico tanto para China como para Japón.
 
  • Los dos países no parecen preparados por el momento a colaborar plenamente en la construcción de una cooperación regional a escala de Asia. Su visión de la regionalización es diferente. Mientras  China limita esta cooperación a ASEAN + 3, al mismo tiempo que –paralelamente- trata de construir la OCS –Organización de Cooperación de Shanghai- con Rusia y los Estados de Asia central, Japón busca, por su parte, ampliar esta área de cooperación a Australia, Nueva Zelanda y a India, tres países democráticos susceptibles de contrarrestar el dominio chino.
 8  Dos visiones de la regionalización 
  • Finalmente, Japón y China desconfían mutuamente de su capacidad militar. Las rivalidades estratégicas se expresan en el océano Pacífico donde China contesta la pertenencia del archipiélago de Okinotorishima a Japón, lo que le permite ampliar bastante su ZEE y de controlar así un vasto espacio marítimo por el que, en el futuro, la marina china querría poder cruzar libremente.

 

9   El ascenso en poder militar de Japón

 

Nadie ignora el ascenso del poder militar de China, pero el de  Japón queda a un nivel más discreto. Pero no es menos real: Tokyo ocupa el 7º puesto mundial en gastos de armamento (al mismo nivel que Alemania).

Oficialmente, los gastos japoneses no deben sobrepasar el 1% de su PIB, pero el presupuesto militar se aproximará al 1,5 %  del PIB. Estamos lejos de los años 30, pero el rearme, es claro.

Numerosos elementos explican este giro: el sentimiento de inseguridad ligado a sus vecinos armados hasta los dientes; los conflictos territoriales no siempre arreglados; la búsqueda de aumentar el peso en la escena asiática –e internacional- así como la voluntad de emanciparse de los Estados Unidos.

 

M. Bulard, “El irresistible ascenso militar del Japón”. Le Monde diplomatique . 3 de marzo de 2011

 

 

 3       Japón: convertirse también en una potencia política

 

A Un actor imprescindible de la globalización

  • A pesar de su fuerte crecimiento a partir de los años 1950, es en los años 80 cuando Japón se inscribe en la economía mundial de la que se convierte en uno de los tres polos principales. Los capitales de las firmas japonesas afluyen  a los mercados americanos y europeos.
  •     La fuerte apreciación del yen frente al dólar, desde 1985, desencadena la deslocalización de las empresas japonesas hacia los países de Asia con mano de obra barata. La inserción del Japón en las economías regionales y mundiales se persigue en los años 1990-2000, con la firma de acuerdos de librecambio y de una mayor apertura a las importaciones.
  •      Si Japón ha perdido se puesto de segunda potencia económica mundial en 2010 (en beneficio de China), sigue siendo uno de los actores más importantes de la globalización, en particular gracias al dinamismo de sus industrias. En 2009, 218 de entre ellas estaban clasificadas entre las 1000 mayores firmas mayores del mundo, sólo un poco menos en que Estados Unidos (276) pero mucho más que en Francia (48) que era la tercera. Japón sigue siendo una potencia comercial (4ª, en 2010) con una participación en el comercio mundial del  5%.

 

B La búsqueda de una mayor influencia política.

  •  Japón es candidato, desde  1993, a tener un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, lo que justifica por su peso económico mundial: es uno de los principales contribuyentes de la ONU y de otras  organizaciones dependientes, además de ser uno de los que más donan para ayuda al desarrollo.  Propicia una reforma de la ONU (junto a Alemania,  India y Brasil) que no se ha llevado a cabo todavía –reticencias Chinas-.
  • También ha habido importantes debates alrededor de la Constitución japonesa que, redactada después de la Segunda Guerra mundial, expresa el rechazo del país a la guerra y limita el desarrollo de sus fuerzas armadas a solo las necesarias para garantizar su defensa (Fuerzas de Autodefensa –FAD-) Esta renuncia a incrementar su poder militar se ve por ciertas elites políticas como un obstáculo a tener una mayor influencia mundial y reclaman su supresión.
  • En los últimos años, se han aprobado leyes que autorizan a las FAD a participar en operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU, o en operaciones humanitarias, en apoyo del ejército americano en Irak. La marina japonesa juega un papel importante a escala regional (y en el Índico) en la vigilancia de las línea marítimas internacionales y en la lucha contra la piratería.

C Las bazas de la potencia civil y de la “potencia benévola”

  • Japón trata de salvar esta débil influencia política y militar a escala mundial jugando el papel de potencia civil al servicio de la paz y de erradicación de la extrema pobreza. Contribuye ampliamente a la  financiación de instituciones  y bancos internacionales, como el Banco asiático de desarrollo (BAD) donde su influencia es determinante.
  • Ofrece también una importante Ayuda pública al desarrollo (APD) que se ha extendido desde la región a la que se destinaba inicialmente esta ayuda (Asia  del Sureste y China –de esta última era la principal fuente de ayudas hasta el año 2000-) hasta otros continentes, principalmente África.
  • Las autoridades japonesas buscan también promocionar el Japón, mediante el fomento de la lengua, pero también del “Cool Japan” término genérico utilizado para definirá la cultura de masas (juego vídeos, mangas, J-pop,…) que se ha expandido  ampliamente en el resto de Asia, En Europa Occidental (particularmente en Francia) y en América del Norte.
  • El lanzamiento, en 2003 del programa “¡Yôkoso! Japan” (¡Bienvenido al Japón!), que tiene como punto de mira aumentar el número de turistas extranjeros (30 millones en 2009) e ilustra también la voluntad de dar al país una nueva imagen y de desarrollar así su potencia benévola.

 

 4     China: la futura primera potencia mundial

A La segunda economía mundial

  • El ascenso económico de China se explica por la adopción de una política gradual de inserción en la globalización, basada esencialmente en la promoción de las exportaciones y la atracción de IDE.
  • Podemos distinguir tres grandes etapas:
o   Apertura del litoral mediante la creación de las ZES en los años 80.
o   Generalización de esta apertura al conjunto del territorio chino en 1992.
o   Adhesión de China a la OMC (2001).
Esta última etapa ha impulsado a China como el principal país taller del planeta. El decenio de los años 2000 ha estado marcado por un fortísimo crecimiento de la producción manufacturera, por los flujos de IDE y, sobre todo, por el crecimiento del comercio exterior –sólo brevemente interrumpido por la crisis de 2009-. En 2010, China era la primera potencia industrial y exportadora del mundo.
  • La integración de China a la economía mundial se ha visto ilustrada por el crecimiento reciente y rápido de los flujos inversores chinos en el extranjero, cuya participación en el total mundial ha superado al de Japón y al de ciertos países europeos. Localizadas tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados, estas inversiones no se concentran sólo en el sector  de recursos naturales o de la construcción de infraestructura de transporte, sino también y sobre todo, en los sectores de comercio, servicios y finanzas. En los últimos años, Se benefician de un apoyo gubernamental mayor.

B Una influencia política creciente

  • China acentúa su papel político en las grandes instancias como la ONU o el G20. A imagen del Japón, su implicación en las operaciones de mantenimiento de la paz crece y ha hecho de la ayuda al desarrollo un eje fundamental de su diplomacia con América Latina, África y Asia. Su papel en el seno del Banco Asiático de Desarrollo (BAD), del que es el segundo contribuyente, se ha visto incrementado en los últimos años, anunciando una futura competencia con Japón.
  •  Esta influencia política creciente plantea la cuestión de sus relaciones con USA que, a pesar de una fuerte interdependencia económica y financiera, están revestidas de una profunda rivalidad estratégica. Si China considera que las bases americanas en Asia constituyen un medio de cercarla, los Estados Unidos denuncian la ambición china de establecer un “collar de perlas” por todo el océano Índico.

C La apuesta de la potencia cultural

  • La ascensión de China suscita sentimientos contrapuestos:
  • o   La estricta defensa de sus intereses nacionales, la modernización de APL en un contexto de reivindicaciones territoriales permanentes sobre Taiwan o sobre los archipiélagos de los mares de China, así como la posición muy firme del gobierno sobre el Tibet o la cuestión de los derechos humanos, tienden a darle una imagen negativa, por no decir amenazante en Asia y en las democracias occidentales.
  • o   Para disipar esta  imagen, las autoridades apuestan por la promoción de la lengua y de la cultura china, de manera importante a través del Instituto Confucio.
  • China intenta así reforzar sus relaciones políticas, económicas y culturales con la diáspora china, que no es sólo percibida como un instrumento útil para la modernización económica del país gracias a sus inversiones, sino también como un eventual punto de apoyo para ejercer su influencia y la protección de sus intereses a escala mundial.