¿Hacia modos de vida sostenibles?

 
1. Entre la prioridad ecológica y las exigencias económicas y sociales.
 
  • El desarrollo sostenible, tal como lo entendemos, a escala planetaria tiene como finalidad responder a las preocupaciones medioambientales: cambio climático, contaminación, degradación de la biodiversidad… Se han celebrado una serie de conferencias (algunas muy mediatizadas, como la de Copenhage de 2009) en las que ha habido negociaciones para llegar a acuerdos a escala internacional. En ellas se  han aportado respuestas diversas como lo demuestran las múltiples convenciones y el protocolo de Kyoto de 1997, destinado a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Recursos como el agua, los bosques se han reconocido como “bienes comunes de la humanidad” y que es preciso utilizar de manera razonable. 

  • Esta concepción planetaria de desarrollo sostenible  es el de organizaciones internacionales o de ONG de protección de la naturaleza que desean la puesta en marcha de reglamentaciones internacionales que impliquen nuevos modos de gestión y de vigilancia del planeta; hablamos de gobernanza mundial.

2. ¿Qué modalidades de puesta en marcha de la sostenibilidad hay en los países del Norte?

 

  • Los países ricos, siguiendo lo que preconizan las conferencias internacionales, se han dotado de instrumentos para llevar a cabo el desarrollo sostenible a todas las esferas de la acción pública. Existen reglamentos nacionales con respecto al aire, el patrimonio natural, el agua, la prevención de riesgos, la gestión de residuos….

  • Las cuestiones sobre la sostenibilidad guían las elecciones energéticas, los planes de acondicionamiento: litorales, urbanos, de transportes de largas distancias… Las colectividades territoriales desarrollan las Agenda 21 locales.  

  • Muchas empresas integran los principios del desarrollo sostenible en sus formas de producir, de comerciar.

  • Los progresos efectuados desde algunos decenios no han llegado a reducir las desigualdades socio-espaciales que todavía existen en los países ricos. Por otra parte, queda mucho que hacer para disponer de un medio ambiente que responda a las diferentes esperanzas: calidad paisajista, control de la contaminación, conservación de la biodiversidad, lucha contra las emisiones de gases de efecto invernadero.

 
3. ¿Qué modalidades de puesta en marcha de la sostenibilidad hay en los países del Sur?   
 

Los países emergentes toman conciencia de la necesidad de integrar el desarrollo sostenible a su evolución económica. China, por ejemplo, desarrolla bicicletas eléctricas y de energías renovables; reflexiona a proyectos de ciudades sostenibles (Exposición universal de Shanghai) de 2010 consagrada a la ciudad sostenible). Brasil se ha volcado en la bioenergía y creado áreas protegidas en la selva amazónica. ¿Pero cuál es el alcance real de estas acciones? 

En los países más pobres, gracias a la ayuda internacional, diferentes programas de desarrollo se han puesto en marcha. Llegan a conseguir ciertas mejoras, pero su alcance demasiado limitado levanta críticas, por ejemplo en los Estados provistos de una rica biodiversidad (selva tropical) que son los campos de acción de ONG que trabajan para multiplicar los espacios de protección (Madagascar).

 

Doc 7. Madagascar una política de desarrollo sostenible: ¿en beneficio de quién?
 

Refugio de una biodiversidad única en el mundo, la isla de Madagascar está considerada por los naturalistas como un santuario. Para los economistas, Madagascar, figura entre los países más pobres del planeta. Proteger la biodiversidad y mejorar las condiciones de vida de los seres humanos constituyen dos imperativos que una ambiciosa política medioambiental trata de utilizar.

El Plan nacional de acción medioambiental se lanzó en los inicios de los años 90 para un período de 15 años, sostenido por el Banco Mundial y las grandes ONG internacionales, les BINGO’s1.

Hoy en día la deforestación parece ralentizarse, pero ¿en beneficio de quien?

Seguramente en beneficio de los científicos, de los turistas ricos y de la opinión pública occidental; en beneficio también de las BINGO’s y de las grandes empresas que encuentran allí un campo de acción excepcional, fuente de prestigio y de nuevos financiamientos. La elite urbana malgache que tiene empleos bien remunerados en el sector medioambiental. Las potencias occidentales, como Estados Unidos, que han incrementado su influencia en Madagascar y podrían  en el futuro explotar el potencial farmacéutico y agronómico de la biodiversidad.

En cambio, la integración de los campesinos permanece débil a despecho de operaciones de desarrollo agrícolas y de los balbucientes del ecoturismo. Las poblaciones no tan tenido poder de decisión; su situación económica permanece precaria, penalizada por una ausencia de política agrícola de conjunto que actúe sobre los precios, la modernización técnica, la mejora de las carreteras y la educación.

 

                                               Atlas des Développements durables, Autrement-2008

 

1BINGO’s (Big International NGO’s): grandes ONG internacionales como WWF.